El internet y las redes sociales: un invento que tiene más desventajas que ventajas.
Hace pocos días me encontraba donde unos amigos en su finca de recreo y parece que fue durante esa visita donde verdaderamente aprecié el fenómeno que se ha generado con la tecnología.
Y me extraña que haya sido allí, porque ya antes he criticado el uso desmesurado de los aparatos electrónicos.
Lo que sucedió fue que, durante los 2 días de mi estadía en dicha finca, estuve observando a una parejita de jóvenes –novios ellos – que no participaron en ninguna integración con las personas que estábamos en el sitio.
Me atrevo a decir que no los vi en ningún momento hablando ni siquiera entre ellos, por que ninguno de los dos soltó su teléfono celular.
¿Y saben que fue lo más simpático? Que tampoco me percaté de que sus padres los invitaran a participar de la reunión con las demás personas.
Casi todos los padres que amamos a nuestros hijos, quisiéramos que estos pasaran menos tiempo aferrados a sus aparatos electrónicos y que permanecieran más tiempo conectados a la vida real.
Esa sería la regla; pero como toda regla tiene su excepción, hay una cantidad exagerada de padres que no se dan ni cuenta de qué hacen sus hijos con estos aparatos y lo que es peor; no les interesa.
¿Y por qué no les interesa? Porque ni siquiera se preocupan del propio uso que ellos mismos le dan al internet y a las redes sociales.
Es más común de lo que quisiéramos, saber de padres que no se dan cuenta de qué están haciendo sus hijos menores –niñitos- en el internet mientras ellos ven sus películas XXX.
Y no es solamente eso lo preocupante.
Actualmente hay muchos padres que no están siendo conscientes de lo que muchos adultos delincuentes están compartiendo en las redes sociales.
Comparten material que no es apropiado para estos niñitos, sin estar enterados de que muchas veces sus propios hijos ingresan a sus perfiles.
Y si no son sus hijos, sí hay muchos niños que están navegando constantemente en el internet y tienen acceso a toda clase de información.
Estudios revelan que más del 50% de los niños menores de 10 años tienen presencia en línea y ese estudio no incluye a los niñitos de 4 y 5 años que le enseñan a uno a manejar el celular y las tabletas.
¿Has escuchado el término “sharenting”
Sharenting es un término en inglés que proviene de la unión de las palabras share (compartir) y parenting (parentalidad). Es la práctica de las personas adultas de compartir información, inclusive con fotos, de sus hijas e hijos en internet y las redes sociales.
Los padres y adultos responsables deben entender que practicar el Sharenting plantea riesgos significativos. Exponer la privacidad de los menores puede llevar a la sobreexposición, el robo de identidad o incluso a situaciones peligrosas si la información cae en manos equivocadas. El Sharenting es alimento vivo para los pedófilos. Además, puede afectar la autoimagen y la seguridad emocional de los niños a medida que crecen.
Compartir los altos y bajos de la paternidad puede crear camaradería con sus hijos y éstos podrían verlo como apoyo; pero antes de entrar en el espacio de los medios sociales, debemos tener en cuenta si estamos potencialmente comprometiendo la seguridad de nuestros hijos, si podríamos avergonzarlos o violar su privacidad con publicaciones en línea que perdurarán en los próximos años.
Soy un adulto mayor que goza de medios de comunicación social, y al escribir estas líneas podría parecer como “un cucho desactualizado” pero lo que pasa es que me preocupan los riesgos de compartir nuestras experiencias de crianza en línea.
Pero es posible que con la evolución que está dando la crianza de los hijos, el tratar de controlar estas situaciones pueda acarrear problemas de convivencia con ellos, inclusive hasta con los más niños.
No estaría mal conectarnos con una red de apoyo que nos ayude a manejar estos momentos difíciles. Para eso sí debiéramos aprovechar las redes sociales.
Una comunidad de soporte en línea puede ser crucial para los padres cuyos hijos tienen luchas de comportamiento. Los medios sociales pueden ayudar a las familias a permanecer conectados con parientes lejanos que puedan aportar algo al respecto.
Repasemos y veamos que un lado oscuro en toda esta conectividad en línea existe potencialmente:
- La publicación de nuestros hijos puede ponerlos en riesgo de robo de identidad y el secuestro digital, que es cuando alguien copia las imágenes de un niño y luego las utiliza, afirmando ser el padre.
- Sus fotografías se pueden copiar para insertarlas en páginas web frecuentadas por pederastas.
- Los posts pueden alimentar la intimidación en línea o en persona.
- Si los padres comparten sin el permiso de sus hijos, pueden crear un sentimiento de desconfianza y falta de respeto entre ellos.
No subestimemos esta información. No sabemos si en algún momento nos sea útil.
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Te envío mi saludo.
El Viejo Luisfer.
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